El exfutbolista inglés David Beckham presentó este lunes en Londres un nuevo proyecto mundial junto a Unicef para ayudar a los jóvenes de diferentes países del mundo que se encuentran en condiciones de riesgo y vulnerabilidad.
"Unicef 7", que recibe el nombre por el número que lució Beckham en su camiseta en su periplo como profesional, es un programa que el exfutbolista desarrolla junto a la ONG Unicef para ayudar a los jóvenes en riesgo de exclusión.
Este programa se desarrolla con motivo de la década que Beckham cumple este año como embajador de Unicef y pretende que el exfutbolista utilice su imagen, influencia y conexiones para atraer fondos "vitales" para los niños.
La iniciativa, que se llevará a cabo durante los próximos tres años, cubrirá a niños que viven bajo condiciones de violencia, abusos o afectados por enfermedades en lugares donde la falta de recursos ha agravado su situación.
Aunque el programa se desarrollará en diferentes partes del mundo, uno de los países que cubrirá es El Salvador, que presenta la tasa de homicidios infantiles más alta del mundo.
También Burkina Faso, donde uno de cada cinco niños mueren afectados por diarrea por lo que Unicef proporcionará bombas de agua a las diferentes comunidades del país, además de entrenamiento para mantenerlas con el fin de reducir el número de fallecimientos.
Papua Nueva Guinea es otro de los países donde tratarán de elevar los niveles de nutrición de los niños ya que cerca de la mitad de los niños sufren malnutrición y un retraso en el crecimiento.
Beckham señaló en la presentación de la iniciativa que "la necesidad de ayudar a los niños nunca ha sido tan importante", además afirmó que después de retirarse tiene más tiempo para centrarse en este objetivo y quiere colaborar en todo lo que pueda.
"Mi fama, mi éxito en el campo, me abre las puertas para proyectos como éste centrados en la protección de los niños y de las mujeres", destacó hoy el exfutbolista inglés.
La relación de Beckham con Unicef se estableció en 2005, año en que el exfutbolista se convirtió en embajador de la organización no gubernamental y desde entonces ha participado en diversos programas para el desarrollo de los niños a través del deporte.
Beckham viajó el pasado año a Filipinas para encontrarse con un grupo de niños afectados por el tifón Haiyan y colaboró en la petición que lanzó Unicef para recaudar fondos para ayuda a las víctimas, que en Reino Unido alcanzó los 5,4 millones de libras (7,2 millones de euros).
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